Nuestra arquitectura, nuestros espacios y ambientes, están diseñados para que se desarrolle un aprendizaje centrado en la experiencia significativa de los niños y niñas. 

La lógica de diversos espacios, impactan en los aprendizajes y por ello hacemos foco en ejes transversales que configuran los ambientes. 

Colores y Diseño: Utilizar colores y diseño en el espacio que sean estimulantes y agradables, y acordes al propósito del lugar.

Higiene y Ventilación: Mantener un ambiente limpio y bien ventilado es esencial para el bienestar. Que el espacio se limpie regularmente y que haya ventilación adecuada para mantener un aire fresco.

Dinamismo en los espacios: Fomentar la movilidad y flexibilidad porque no sólo se aprende dentro del aula. Utilizar mobiliario versátil que permita diferentes disposiciones y actividades. Los espacios deben adaptarse a las necesidades de los estudiantes en cada momento.

Experiencia al Aire Libre: Las áreas verdes y espacios exteriores son vivenciados como lugares donde se estimula la curiosidad. Los patios, jardines, bosque y espacios exteriores pueden convertirse en extensiones del aula, proporcionando un ambiente de aprendizaje más variado y acorde a los contenidos.

Creatividad y Sorpresa: Cambiar la disposición del aula y la decoración de manera ocasional puede generar interés y entusiasmo entre los estudiantes. Esto puede ser un factor sorpresa que estimule la curiosidad y el deseo de aprender. Los espacios de juego simbólico, además de ayudar en la canalización de miedos, temores e ilusiones, estimula la creatividad y los recursos cognitivos. 

Colaboración: los espacios deben fomentar la colaboración, como áreas de trabajo en grupo o zonas de intercambio. Esto ayuda a desarrollar habilidades sociales y de trabajo en equipo.